¡Alégrate! Él, te está buscando
LUCAS 15:1-7
"15 Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle, 2 y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come. 3 Entonces él les refirió esta parábola, diciendo: 4 ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? 5 Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso; 6 y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido. 7 Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento."
Esta historia trata de campesinos pobres en una aldea. El hombre que cuida cien ovejas probablemente no era dueño de todas ellas, ya que habría sido extraño que un aldeano tuviera un rebaño tan grande.
Los aldeanos solían agrupar sus ovejas en grandes rebaños y contratar pastores del más bajo nivel en la estructura social para que las cuidara. Eran reacios a contratar forasteros, ya que tales jornaleros, al no tener interés personal en el rebaño no se preocupaban por las ovejas.
Juan 10:12-13
Yo soy el buen pastor, y el buen pastor su vida pone por sus ovejas.
"12. pero el que es un asalariado y que no es el pastor ni el propietario de las ovejas, cuando ve que el lobo viene, deja a las ovejas y huye, y cuando el lobo llega, arrebata y esparce a las ovejas. 13. El asalariado huye, puesto que es asalariado y no tiene cuidado de las ovejas. 14. Yo soy el buen pastor y conozco a las mías, y soy conocido por las que son mías."
A pesar de que personajes tan prominentes del A.T como Jacob, José, David, Moisés habían sido pastores, los pastores se encontraban casi en el nivel más bajo de la escala social. Las ovejas se debían vigilar y cuidar los siete días de la semana, lo que impedía a los pastores cumplir con las normas humanas de los Fariseos acerca del día de reposo y puesto que estaban en continua violación de tales reglamentos, los pastores eran ceremonialmente impuros.
Para los escribas y fariseos constituía una ofensa que Jesús les pidiera que se imaginaran en el papel de pastores. Ningún fariseo se rebajaría a convertirse en uno de ellos, ni siquiera hipotéticamente, así que retandolos a ponerse en el lugar imaginario de un pastor, el Señor volvió a atacarlos el orgullo que exhibían.
Al inicio de la historia, los pastores (probablemente habría dos o tres para un rebaño de ese tamaño) habían perdido una de las ovejas. Esta era una situación peligrosa y potencialmente mortal ya que estos animalitos son indefensos contra los depredadores e incapaces de cuidarse solos.
Esta gran enseñanza nos lleva a ver cómo es que estamos tu y yo, estamos perdidos para Dios, perdidos para el rebaño y perdidos para sí mismos, no sabemos dónde nos encontramos, vagamos sin cesar, estamos continuamente expuestos a ser presa de los depredadores, y somos incapaces, así como la oveja de hallar por sí mismos el camino de vuelta al rebaño, así es todo pecador, así es todo aquel que está sin Dios.
Perder una de las ovejas era por consiguiente una situación grave que requería acción inmediata, los pastores eran responsables de sus rebaños y si una oveja se extraviaba, ellos eran responsables de rescatarla.
En la historia del Señor el Pastor encontró la oveja perdida así que su búsqueda tuvo éxito. Cuando la encuentra, el pastor la pone sobre sus hombros y así empieza el arduo viaje a casa cargando el pesado animal (una oveja adulta puede pesar más de cincuenta kilos) sin embargo este pastor no lo hace de mala gana sino gozoso.
En efecto Dios envió a su hijo a buscar y salvar lo que estaba perdido, cada uno de nosotros estaba perdido y no cabe duda que aun cuando en el mundo no hubiese sino un solo pecador Cristo habría venido a morir en la cruz para salvar a ese uno. Se profetizó de Él en Isaías 40:11 como un pastor que apacienta a su rebaño, con su brazo reúne a los corderos, y en su seno lleva y sustenta a los recién nacidos. Por tanto el muestra así su compasión y ternura cuando el pecado nos ha hecho estar enfermos y fatigados e incapacitados para andar por nuestro propio pie, Él nos toma en sus brazos y nos lleva en su seno. El versículo 5 de Lucas 15 nos dice que nos carga sobre sus hombros. Dichosos los que son alcanzados por las manos traspasadas de nuestro bendito Salvador, porque ahora nada podrá arrancarnos de esas manos.
Después que la oveja se perdió y fue buscada y hallada, su regreso a salvo fue festejado. En su alegría por encontrar a la oveja perdida, el pastor convocó a todos sus amigos y vecinos y les manifestó en el versículo 6 "Regocíjense conmigo, porque he hallado mi oveja que se había extraviado."
Los escribas y fariseos habrían entendido el valor monetario de la oveja ya que eran avaros y sin duda entendían el alegre festejo del pastor al encontrar a su oveja y comprendían también que esta era su obligación, sin embargo, después de haber involucrado a los escribas y fariseos en la historia, deseando que ellos se pusieran en el papel de pastores, ahora el Señor les dio una devastadora aplicación. Versículo 7 "Les digo que del mismo modo habrá más gozo en el Cielo por un pecador que se arrepienta, que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentimiento."
El contraste entre los escribas y fariseos que eran indiferentes ante la condición de los perdidos y de Dios quien busca a los pecadores y se regocija cuando los encuentra, es sorprendente. Ellos manifestaban representar oficialmente a Dios, pero tristemente no entendían la misión de Él, ni participaban del gozo del Señor en recuperar pecadores perdidos , esto únicamente revelaba que la manera de pensar de ellos era totalmente ajena a la de Dios, Vivían de una manera superficial y trivial mientras alrededor se encontraban almas que se estaban perdiendo. Ellos no sabían nada acerca del corazón compasivo, amoroso y misericordioso de Dios, por tanto son comparados a las noventa y nueve ovejas porque se creían justos y que por tanto no creían tener ninguna necesidad de arrepentimiento, a consecuencia de esto, ellos no producían gozo en el cielo.
Aun estando perdida la oveja, Él la llama mi oveja, por eso se preocupa de ella como algo propio y muy personal, y dice: he hallado mi oveja. No envió a un ángel, un criado, sino a su propio Hijo 1 Pedro 2:25 "porque ustedes andaban descarriados como ovejas, pero ahora han retornado al Pastor y Guardián de sus almas."
Finalmente podemos ver también a través de estas palabras de nuestro Señor Jesucristo que hay un mayor gozo por la conversión de un pecador que se reconoce como tal, que por aquellos que se consideran justos a través de una religiosidad sin vida espiritual.
Cristo nos enseña que Él se siente mejor alabado y más complacido con el arrepentimiento sincero de uno de estos despreciados pecadores, que con todas las largas oraciones como la de los escribas y fariseos que se veían sin defecto alguno De igual manera hay mayor gozo por la conversión de un gran criminal que por la conducta decente de los que en comparación, no necesitan un arrepentimiento tan profundo.
No estoy hablando de que sea preferible extraviarse lo más lejos posible, sino que la gracia de Dios se manifiesta con mayor fuerza y evidencia al llevar al buen camino a los grandes pecadores y lo cierto es que con mucha frecuencia los que han sido grandes pecadores antes de su conversión, se muestran después más fieles como aquella mujer pecadora en Lucas 7 quien llevó un frasco de alabastro con perfume y llorando esta mujer mojaba los pies de Jesús y los secaba con sus cabellos, besándole los pies ungiéndolos con su perfume Pero este fariseo viéndola le juzgó y fue cuando Jesús contó la historia de los dos deudores.
Nosotros mismos experimentamos mayor gozo por la recuperación de algo que habíamos perdido, que de la continua posesión de lo que siempre hemos disfrutado, un ejemplo de esto sería que estimamos más la salud después de haber estado enfermos, que una salud sin enfermedad.
Cristo reconoce que la mujer había sido culpable de muchos pecados pero que Él le había perdonado todos, por esto ella mostraba mucho amor, el amor de esta mujer es la causa del efecto del perdón 1 juan 4:19. Así que nosotros amamos a Dios porque él nos amó primero.
Debemos sentirnos avivados con el ejemplo de esta mujer y este hombre fariseo para examinarnos a nosotros mismos con todo esmero y para estar seguros de que hemos sido perdonados, lo cual se manifestará en el amor que manifestamos hacia nuestro Señor en todo lo que Él nos demanda.
El deleite mas sublime de los creyentes en esta vida no viene de las cosas triviales, insignificantes y temporales de este mundo sino de la vida espiritual y la comunión de pecadores perdidos, encontrados, restaurados y unidos a Cristo. El gozo del creyente al igual que el gozo de Dios, es el resultado de la grandeza y la gloria de la obra salvadora de Dios.
Iglesia Bautista "Cristo Vive"
Pastor: Luis Alberto Guzmán Velarde
Colima, Col. México
Domingo 25 de Febrero de 2018