"El honor de trabajar en Su viña"
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Los Obreros de la Viña
Mateo 20:1-16
Esta parábola nos habla acerca de una padre de familia dueño de una finca que tenía un viñedo y éste salió a la plaza central del pueblo a contratar obreros, salió muy de mañana, pudo ser a la primer hora del día, es decir, a las 6 a.m., después vino de nuevo a la hora tercera (9 a.m.) y contrató otros obreros, volvió a salir a la hora sexta y novena (12 a.m. y 3 p.m.) y contrató a otros obreros , por último salió a la hora undécima (5 p.m.) y contrató a los últimos obreros.
A los primero que contrató, nos dice la parábola que los contrató por un denario, esto era un salario justo para un obrero que trabajaba un día y solo a éstos el dueño les dijo que les había de pagar esta cantidad.
Cuando llegó la noche que para el judío comienza a las 6 de la tarde, llamó al mayordomo para que pagara el jornal a todos, y le dijo que les pagara primero a los últimos hasta llegar a los primeros.
En esta parábola necesitamos aclarar algunos puntos referentes y vamos a enfocarnos en el punto de la elección, la justicia y la gracia.
Comencemos hablando de la justicia social, y para hablar de justicia social, primero debemos ver el enfoque correcto de esto, porque si hablamos de justicia en manos de un fascista, sería estar hablando de injusticia social. Hablar por ejemplo de lo que hizo Hitler, de su idea de hacer una raza pura y hablar del odio que tenía hacia los judíos, esto no era justo. Este hombre estaba loco. Bien ¿Por qué menciono todo esto? Bueno, porque cuando leemos esta parábola parece que encontramos algo injusto aquí, pareciera que no hay ni justicia social ni justicia laboral.
Vamos a dar otro ejemplo, imaginemos a diez alumnos y estos alumnos tienen un examen final, bien, cinco de ellos son dedicados por completo a estudiar para presentar éste examen y poder obtener la calificación más alta, pero los otros cinco no se interesan en absoluto ni siquiera en tocar los libros para estudiar siendo negligentes en sus actividades. Estos diez alumnos presentan por fin el examen y al ver los resultados se dan cuenta de que todos han obtenido un siete en su calificación. A esto lo podemos llamar igualdad ya que todos recibieron la misma calificación. El parámetro a seguir del maestro fue quitar puntos a los que estudiaron para dárselos a los que no estudiaron y quedaran todos con la misma calificación. Aquí los jóvenes que no estudiaron, no es que hayan recibido gracia, eso fue misericordioso, el problema es que los que si estudiaron, no recibieron ni gracia, ni misericordia ni justicia por medio de este profesor arbitrario, quien tomó el mérito de otros y lo dio a quienes no lo tenían y no lo merecían. Lo peor de todo esto es que dejó las malas acciones de estos otros cinco negligentes impunes, afectando a quienes hicieron lo que era correcto para beneficiar a quienes hicieron lo que era incorrecto. Esto no es justicia.
Sin embargo podemos ver en la parábola, que los hombres que trabajaron todo el día bajo el calor del sol, tenían la teoría marxista del valor y se encontraban indignados. Dijeron entonces: ¿Cómo es que les vas a pagar a estos hombres un denario, si sólo trabajaron una hora y nosotros hemos estado aquí y hemos soportado la carga y el calor del día?, pero el hombre dueño de la finca les responde con otra pregunta: ¿Acaso no teníamos un trato? ¿No hicimos un acuerdo de que les pagaría un denario y cada uno de ustedes aprovechó esa oportunidad para recibir ese salario?
Esta es una parte de nuestra naturaleza, nosotros siempre estamos viendo lo que el otro hace y nos decimos, yo hago más que él, yo soy mejor que él, por lo tanto merezco que se me pague más.
Pero éste hombre decidió ser generoso al querer pagar la misma cantidad que había acordado con los primeros jornaleros, a quienes había contratado y quienes se habían quejado, a pesar de que el hombre había sido justo porque les había dado lo que les prometió que les daría.
¿Cuántos de nosotros creemos en la soberanía de Dios?
Sabemos que la soberanía de Dios tiene aplicaciones diferentes. Dios soberanamente sostiene a la creación. A través de su Ley, Él tiene el poder soberano de imponer obligaciones morales a nosotros.
Cuando llegamos a la distribución de la gracia, tenemos que decir que Dios les da de Su gracia a unas personas y a otras no. Por ejemplo, Dios llamó a Abraham del paganismo de Ur de los caldeos, y le dio promesas en las que por medio de él, haría una gran nación que sería de bendición y de testimonio para las demás naciones, pero a la vez, endureció el corazón de faraón hasta el punto de que murió ahogado con todo su ejército. También Dios llamó a Pablo en su camino a Damasco, a pesar de ser un fiel perseguidor de la iglesia y derramando sobre él Su gracia, pero no hizo lo mismo con Poncio Pilatos o Caifás, o en el caso de Judas y de los fariseos quienes a pesar de ver sus milagros no les fueron dada gracia salvadora.
Romanos 9:6-7
"6 No que la palabra de Dios haya fallado; porque no todos los que descienden de Israel son israelitas, 7 ni por ser descendientes de Abraham, son todos hijos; sino: En Isaac te será llamada descendencia."
Romanos 9: 10-14
"10 Y no sólo esto, sino también cuando Rebeca concibió de uno, de Isaac nuestro padre 11 (pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama), 12 se le dijo: El mayor servirá al menor. 13 Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí. 14 ¿Qué, pues, diremos? ¿Qué hay injusticia en Dios? En ninguna manera."
Por el placer de Dios y de Su buena voluntad hizo esto. Él tiene el propósito y el derecho de llamar a quien quiere para realizar su obra, a Jacob amé, más a Esaú aborrecí y aún no habían hecho ni bien ni mal. Pablo nos pregunta ¿Qué pues diremos, hay injusticia en Dios? Y nos responde: En ninguna manera.
Existe la justicia y la injusticia, pero la injusticia nosotros hemos recibido gracia y misericordia.
¿Hay algo malo en esto? ¿Hay algo malo en que Dios sea misericordioso? ¿Hay algo malo en que recibamos Su gracia?, No, no hay injusticia en todo esto, existe una "NO JUSTICIA" de parte de Dios. Porque si nosotros recibiéramos justicia, recibiríamos solamente el castigo y la ira de Dios por todos nuestros pecados y no habría misericordia.
Pero lo que sucede para aquellos a quienes Él elige y salva soberanamente, es que reciben gracia, y aquellos que no reciben gracia, reciben su justicia.
"15 Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. 16 Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia." Romanos 9:15-16
Dios soberanamente tiene el derecho a ser generoso en Su misericordia con uno si tener que serlo con otro, vemos es esta parábola que los obreros que trabajaron durante todo el día recibieron justicia, el dueño del viñedo, no cometió ningún crimen contra ellos. Fue perfectamente justo, cumplió su parte del trato y ellos no tenían nada porque quejarse, las otras personas recibieron más de lo que negociaron, por lo tanto recibieron gracia y misericordia. Nadie en ésta parábola recibió injusticia excepto el dueño del viñedo, quien fue calumniado por estos trabajadores y estaban enojados con él por ser misericordioso y bueno con otras personas. Así fueron los fariseos con nuestro Señor Jesucristo, cuando hacía el bien a alguien extendiendo Su misericordia trataban de alguna u otra forma de encontrar una falta para acusarle. Nosotros debemos aprender que el Reino de los cielos es así. Él es el dueño del universo, de todo lo creado y tiene el derecho de ser misericordioso con quien desea.
Para terminar concluimos que la viña es el Reino de los cielos. Los trabajadores son aquellos de quien Dios se compadece y extiende su misericordia, aquellos que esperaban en la plaza y se encontraban allí porque tenían una necesidad. El sentimiento de pobreza y desesperanza es una de las características de la fe que salva. El día del trabajo representa el tiempo de una persona. Dios llama a personas a su Reino, los busca a las 6 de la mañana, a las 9, a las 12, a las 3 o a las 5 de la tarde. Continúa constantemente llamando a personas a Su reino. A algunos les llama desde la edad temprana, a otros en su madurez y a otros en su lecho de muerte como en el caso del ladrón de la cruz. El denario representa la vida eterna la cual se otorga por gracia y misericordia y nosotros no tenemos ningún mérito en esto.
Nuestro Señor nos da siempre lo que nos promete y también nos da más de lo que merecemos. La salvación se nos da por gracia ya que nadie merece la vida eterna.
Tito 3:5
"5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,"
En Su Reino no hay lugar para la envidia, la única respuesta correcta es la humillación total. Todo lo que recibimos es bendición inmerecida. A la hora de entrar en el reino un ladrón no tiene más ventaja que un fariseo, un pescador no es mejor que un publicano, el primero termina siendo el último y el último primero, al final, todos disfrutaran de la plenitud de la vida eterna.